La cultura del esfuerzo

 Los empresarios de nuestro país han utilizado todos los medios de comunicación,foros y plataformas mediáticas a su alcance para declarar en repetidas ocasiones la supuesta falta de reglas claras y de “competitividad” . Discurso para nada novedoso . Detrás del clamor de un marco regulatorio se escondía la verdad de la milanesa: el pedido de mayores márgenes de ganancia y participación en el mercado. 

Estas declaraciones no eran para nada inocentes ya que se daban justamente en un contexto económico y social donde, curiosamente, los salarios de los trabajadores, medidos en dólares, eran de los más altos de la región y además, la participación de los salarios en el Producto Bruto Interno (PBI) alcanzó en el 2015 casi el 50%, lo que sugiere que, a pesar de las quejas, había una distribución de ingresos relativamente favorable para los trabajadores en ese momento.




Hoy, el Presidente de Citrícola San Miguel, declaró sin ponerse colorado que es necesario sacrificar salarios para bajar la inflación. Si, así como lo lees. Y de la tasa de ganancia dijo algo? Nada. Silencio total. Ya sabemos, la tasa de ganancia de los empresarios no son objeto de cuestionamientos y menos que menos de debate. Parece que la fabulosa devaluación en el comienzo de mandato del gobierno de Milei que les permitió a los empresarios recuperar “competitividad” vía licuación de salarios y a su vez aumentar la tasa de ganancia no le fue suficiente. Es insaciable el hombre.




La realidad alarmante en cuanto a los salarios de los trabajadores es que se encuentran en el nivel más bajo desde el 2004, es decir, te retrocedieron el sueldo 20 años y en medio de una inflación récord. Ell nivel de participación bajo del 50 % al 43.2%.Esa es la noticia más importante



Los trabajadores estamos cansados de escuchar a los empresarios afirmar abiertamente que se ha perdido la cultura del trabajo y parecen pasar por alto un aspecto fundamental: lo que realmente se esconde detrás de sus declaraciones es el deseo de pagar lo mínimo posible a los trabajadores. Es decir oculta una realidad más profunda: lo que realmente se ha perdido es la cultura de ofrecer un salario digno y justo por el esfuerzo y la dedicación que los trabajadores aportan a sus empleos. 


El esfuerzo para este empresario pasa por los trabajadores. Para el 5% más rico están exentos. 


Y yo que pensé que el esfuerzo lo iba a hacer

 la casta!




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