Milei y el Manosanta
La utilización de la imagen no se limita únicamente a ser meramente ilustrativa
Al mejor estilo del sketch del inolvidable Alberto Olmedo, el Presidente Javier Milei (Quien se identifica como judío) encontró un momento en su "apretada" agenda para viajar a Chaco, donde inauguró ¿Una ruta? ¿Una universidad? ¿Una escuela? No, una iglesia evangélica cuyo "líder" o mejor dicho pastor enfrenta serias acusaciones incluida una millonaria indemnización por abuso sexual a un menor. Durante la ceremonia de apertura, el presidente cerró el evento con un discurso fiel a su estilo en el que abordó temas como la Biblia, el Estado y el anarcocapitalismo. No voy a entrar en detalles sobre el discurso del Presidente. Todos sabemos que se comunica con su perro muerto (Conan) que le habla y no solo eso sino que también le hace consultas sobre cuestiones de Estado. En su intervención, mezcló temas bíblicos y de fe, confundió "caridad" con "justicia social" y volvió a mencionar al "Dios maligno" del Estado.
En la inauguración había una gran cantidad de fieles, y no es casualidad que Milei haya elegido una iglesia evangélica para su visita. Pero hagamos memoria y miremos qué fue lo que pasó en Brasil con la iglesia evangélica y su apoyo. En Brasil el número de fieles evangelistas aumentó considerablemente durante los últimos años Los pastores cuentan con emisoras de radios, de televisión, editoriales , utilizan las redes sociales como YouTube y Tik Tok y el lobby ejercido por esta comunidad fue decisivo para que Bolsonaro ganara las elecciones presidenciales. Tampoco olvidemos cuando en el año 2016, Bolsonaro viajó a Israel para ser bautizado en las aguas del Rio Jordán acompañado por un pastor que luego fue detenido por lavado de dinero y desvío de fondos durante la pandemia.
Pero Bolsonaro no es un caso excepcional. Las iglesias evangélicas fueron fundamentales también para el triunfo de Trump, en México, Andrés López Obrador fue otro de los tantos políticos favorecidos por el lobby de las iglesias evangélicas. Tampoco es casual que Milei "apoye" a las iglesias pentecostales la mayoría de ellas promueven un discurso religioso con aval al status quo de familias tipo, intolerancia a los homosexuales, a la comunidad LGBT y el derecho a las mujeres a decir sobre su cuerpo y también contra la Enseñanza Sexual Integral (ESI)
En nuestro país la historia se repite. Tenemos un presidente que se define como judío y evangélico, un pastor con múltiples denuncias por abuso sexual y un discurso marcado por el odio y la intolerancia. El presidente inauguró una iglesia donde un "manosanta" toca a las personas y las hace desmayar. Hizo que una mujer en silla de ruedas caminara y como si esto fuera poco convirtió $100000 en u$s 100000. No solo se aprovechan de la desesperación de la gente sino que también explotan su fe. Y si hablamos de estafas, el Presidente es, sin duda, un experto en el tema. Primero engañó a los argentinos diciendo que el ajuste lo iba a pagar la casta y luego consumó la otra gran estafa "Libra".
Sea judío, sionista, evangélico, la realidad es que el país se está cayendo a pedazos, la economía no arranca y los dólares no aparecen.
Y si hablamos de dólares hoy en el diario La Nación publica una interesante nota bajo el título El detalle del plan de privatizaciones del gobierno para sumar dolares . Todo parece indicar que la fiesta del endeudamiento y la entrega del patrimonio nacional van a continuar durante el mandato de Milei. Destruir lo público para favorecer al privado.
A partir de la cuarta semana de Julio se termina la liquidación nueva del agro y en este mismo mes el gobierno enfrenta vencimientos de deuda por u$s 4300 millones y el resto del año por otros u$s 2000 millones y en el 2026 por u$s 18000 millones. Alguien se pregunta de dónde vamos a conseguir esos dólares para pagar deuda? Con la venta de activos que nombra y tiene en agenda el gobierno no alcanza . Acaso el FMI va a seguir prestando más plata al país para seguir fomentando la fuga y el turismo barato? El novedoso "plan revolucionario libertario" termina siendo un clásico del FMI probado por varios gobiernos: devaluación, reforma laboral, privatizaciones, ajuste. El final ya lo conocemos.
Últimamente al gobierno no le renuevan los vencimientos de deuda y no pueden colocar BOPREAL, el dólar en lugar de bajar SUBE, los dólares del colchón no asoman y como si todo esto fuera poco, este jueves 10 de Julio habrá sesión en la Cámara de Senadores donde, por ahora, están los votos para aprobar los tres proyectos previsionales: aumento para los jubilados, aumento del bono y reabrir la moratoria previsional. Rechazo del veto presidencial a la Ley de Emergencia para Bahía Blanca y declarar la Emergencia en Discapacidad. Todo parece indicar que será la tormenta perfecta para los hermanos Milei y la antesala de una dura derrota.
En un país donde el consumo no repunta, las reservas caen, no hay un proyecto de país industrial, donde las personas que se jubilaron el año pasado se reincorporaron nuevamente este año al mercado laboral porque lo que cobran no les alcanza para mantener los básico, un país donde la gente no puede pagar la tarjeta porque ese "préstamo" que es la tarjeta y que está siendo utilizado para sostener el consumo comenzó a tener un gran peso a la hora de pagar el resumen comparándolo con el salario, un país que corta el gas a industrias y dejaron a media Mar del Plata sin gas en plena ola de frío pero el gobierno te habla de "superávit energético" , los despidos no cesan, con militantes presos y la principal referente opositora del país presa y proscripta.
El relato se le cae a pedazos. Mientras tanto tenemos a un Presidente cada vez más alejado de la realidad, hablando de un país que no existe, de una "casta" que en los hechos ha sido la más beneficiada. Milei llegó al poder prometiendo una cura mágica para la economía pero que cuando desenmascaran su mentira desvía la atención con enojos y creando nuevos enemigos. La cura nunca llega. Siempre hay excusas. La acumulación de mentiras disimuladas con bruscos cambios de rumbo, la realidad paralela que habitan sus seguidores y funcionarios; una esperanza colectiva que, más que una convicción, parece un delirio compartido, sólo pueden anticipar un final poco feliz. Uno que, con toda lógica, podría cerrarse con esa frase célebre del Manosanta "¿Y si no me tienen fe?"
Comentarios
Publicar un comentario