CAIDA DE LA NATALIDAD Y NUESTRO SISTEMA PREVISIONAL

El Ministerio de Salud de la Nacion dio a conocer días atrás las estadísticas en cuento a la tasa de natalidad en Argentina las cuales indican que el número de nacimientos mostró una caída del 40% en comparación con hace una década. 

Esta tendencia a la baja se puede atribuir a diversos factores. Entre ellos, podemos mencionar cambios culturales y sociales, demográficos,  reducción de la presión social que históricamente existía para tener hijos a una temprana edad. Además no se puede ignorar los factores económicos que también influyen en las decisiones familiares y en la planificación de la vida reproductiva, la imposibilidad de acceso a la vivienda etc.  Ahora bien, si miramos atentamente los 2 gráficos siguientes ¿Pasó algo relevante a partir de Diciembre del 2015? Como podrán ver en el gráfico, la  caída de la natalidad en nuestro país comenzó en el año 2015. Curiosamente o no, ese mismo año también se registró un descenso en los ingresos de los trabajadores. Como verán, todo tiene que ver con todo.





SISTEMA PREVISIONAL


Como bien es sabido, el sistema de jubilatorio de nuestro país opera bajo un modelo de reparto. En este esquema, cada trabajador activo contribuye de manera solidaria al financiamiento de las jubilaciones de aquellos que ya se encuentran en condición de retiro y/o pase pasivo. Pero ¿Cómo afecta la caída de la natalidad en nuestro sistema jubilatorio? Con la caída en la cantidad de nacimientos, también se prevé una disminución en el número de futuros trabajadores que ingresen al mercado laboral. A su vez, la población envejece y la esperanza de vida ha aumentado lo que significa que un número mayor de personas cobre su jubilación durante periodos más prolongados. Esta situación genera más presión al sistema: hay más beneficiarios por cada trabajador aportante con lo cual estamos ante un problemón.

Las proyecciones para las jubilaciones en el periodo 2030-2035 sugieren que éstas serán insuficientes para cubrir las necesidades básicas de los jubilados. Estos datos no toman en cuenta el impacto de la desocupación que también plantea serias dudas sobre la vialidad de nuestro sistema jubilatorio. Según los últimos datos publicados por el INDEC la franja etaria entre los 14 y los 29 años la desocupación alcanza el 13% y la franja etaria de 29 años a 64 que es cuando pueden acceder al beneficio jubilatorio es del 4%, es decir, que los desocupados son 3 veces superiores a los ocupados. 


En el sistema educativo también se empieza a sentir el fuerte efecto de la baja de la natalidad. Va a haber cambios y muy fuertes en los próximos años. ¿Qué va a pasar con nuestros docentes? ¿Qué va a pasar con las aulas? A medida que la cantidad de estudiantes disminuya es probable que haya reestructuraciones en las instituciones educativas y, por ende, en la demanda de docentes. ¿Habrá despidos? ¿Se reubicará a los docentes en otras áreas? ¿Cuales?


En resumen, el sistema previsional se va a ir complicando si la tasa de natalidad es cada vez más baja. Nos debemos un debate serio que contemple la notoria disminución de trabajadores activos en el sistema. Sin excluir a nadie, sin chicanas políticas que resten valor a la discusión. 

Ignorar esto que está pasando no es una opción viable. El futuro de millones de argentinos, tanto trabajadores como jubilados, depende de las decisiones que tomemos hoy para mejorar la sostenibilidad del sistema previsional. El momento es ahora y aún estamos a tiempo. 


Gracias por leer.

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